Este chalet de madera, se encuentra en los Alpes suizos .Al diseñador de interiores Pascale Hattemer se le encomendó la tarea de mantener la arquitectura exterior de este edificio construido hace cuatro siglos. En el interior, hay dos ideas: repensar el volumen dándoles un aspecto más contemporáneo y lograr un alto nivel de confort para disfrutar de la casa durante todo el año en todas las estaciones. Para mantener la huella del pasado, Pascale eligió el bosque de arces, utilizado tradicionalmente en la región, para vestir las paredes, suelos y techos.El resultado es un ambiente muy cálido y acogedor.
