Un sueño de casa en tan solo 37m2, que se dividen en un salón, una pequeña cocina, baño, un dormitorio y un precioso porche con tarima de madera blanqueada que se utiliza como comedor de verano. Se ha usado el color blanco para ampliar la sensación de espacio , incluido el suelo de cemento pulido, lo cual combina a la perfección con los muebles recuperados y con la sencillez del conjunto.